Microplásticos: su impacto en la degradación del medio ambiente
La mano del hombre ha hecho importantes cambios en el medio ambiente, la constante evolución de la humanidad ha generado la elaboración de productos que al pasar del tiempo se han vuelto indispensables en la vida cotidiana de los individuos. Ese desarrollo a veces se hace sin pensar en el impacto significativo que tiene en nuestro planeta e incluso pueden afectar nuestra salud.
El plástico es una materia prima que gracias a su versatilidad es utilizado para la elaboración de muchos bienes que abarcan distintas áreas y lo hacen indispensable para el uso industrial, doméstico, comercial, entre otros. Por ser un polímero resistente es fabricado por su gran utilidad, sin embargo, resulta perjudicial para el medio ambiente por no ser un material biodegradable y de fácil desecho, por lo que se necesita de una buena gestión de residuos para poder reutilizarlos y reciclarlos.
¿Qué son microplásticos?
Se conoce como microplásticos a las partículas que se derivan del plástico, tiene un tamaño que va desde cinco milímetros hasta un micrómetro, es decir, una milésima de milímetro. Varios estudios han demostrado que la mayoría de las partículas de plástico poseen tamaños en un rango de micrómetros más bajo.
Los microplásticos son el resultado de la descomposición de piezas de plástico de gran tamaño, por ejemplo, bolsas de compras, el desgaste de los neumáticos de un automóvil en el pavimento o cuando lavamos una prenda de microfibra. Algunos fabricantes utilizan los microplásticos para productos de cuidado personal como pasta de dientes y exfoliantes, lo que hacen a estos rubros una fuente de contaminación por microplásticos.
Características de los microplásticos
Existen dos tipos de microplásticos, están los primarios y secundarios. Los microplásticos primarios son los subproductos de las emisiones de partículas derivadas de la producción industrial, la liberación de polvo de plástico del roce de los neumáticos con el asfalto y en el lavado de ropa sintética.
Los microplásticos secundarios son fibras de plástico más grande. Estos eventualmente terminan en cuerpos de agua que viajan desde ríos, hasta mares u océanos. El microplástico puede desencadenarse como medio de transporte de contaminantes para otros elementos tóxicos que, finalmente, termina en el cuerpo de un organismo vivo que lo consume.
Impacto en el medio ambiente
El plástico es un elemento no biodegradable, es decir, no tiene un proceso de descomposición natural, lo que hace que ocurra lo mismo con los elementos que se deriven de él. En el caso del microplástico, su tamaño lo convierte en un enemigo silencioso del medio ambiente, se han encontrado en animales, alimentos e incluso el intestino humano.
Hay cantidades significativas de microplásticos que contaminan el océano, el agua dulce y la tierra, las investigaciones demuestran que los animales comen estos microplásticos. Los animales, confunden las partículas como alimento, mientras que los humanos consumimos dichos residuos al ingerir estas criaturas como parte de la cadena alimenticia, lo que hace que también estén en nuestro organismo.
Los animales y el consumo de microplásticos
Los animales, sin importar su tamaño, pueden llegar a consumir microplásticos. La probabilidad de que lo ingieran está influenciada por la concentración presente en el medio ambiente y en algunos casos por la similitud las partículas con sus alimentos, lo que se ve agravado en muchos casos por la falta de una buena gestión de residuos.
Hay estudios que demuestran que los microplásticos se trasfieren potencialmente a través de la red alimentaria cuando otras especies marinas, terrestres o de agua dulce que previamente han ingerido microplásticos son presa de otros animales.
Este consumo de microplasticos puede ser retenido en el intestino por períodos prolongados donde pueden causar abrasión y daño a los tejidos internos de las criaturas y atravesar su pared intestinal para trasladarse a distintas zonas del cuerpo, como los pulmones y el hígado, donde pueden ocasionar daños. Los efectos varían entre especies, según los tipos de plástico y el nivel de concentración de microplásticos.
Los microplasticos y su efecto en la salud humana
Los plásticos benefician a la humanidad mediante la utilización de los productos derivados de este material que sirven para preservar la vida humana como lo son materiales médicos, y de conservación para alimentos y bebidas.
Pero también son perjudiciales al ser evidente la posibilidad de que estemos ingiramos algún nivel de plástico en nuestra dieta. Hay investigaciones que muestran que las acumulaciones continuas de toxinas asociadas con los plásticos representan un peligro para nuestra alimentación y la salud pública.
Se han encontrado microplásticos en muchas especies de mariscos, incluidos varios tipos de peces, lo que puede presentar un riesgo alimenticio mediante la transferencia de contaminantes asociados con el plástico a otros tejidos.
La contaminación microplástica
Cada año la humanidad produce alrededor de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, una buena parte de estos polímeros terminan en el medio ambiente como basura, y la mayoría de los tipos de plástico tardan cientos de años en degradarse por completo.
En el futuro, posiblemente enfrentaremos un aumento masivo en los niveles de contaminación microplástica en la naturaleza. Todos sabemos que incluso las sustancias inertes y no tóxicas pueden tener efectos no deseados una vez que adquieren un cierto nivel de concentración en el medio ambiente. Es por ello que se necesita una gestión de residuos en las que se le dé un trato al plástico para que no contamine la naturaleza.
Gestión de residuos plásticos
Si bien el uso y el consumo de plástico son cada vez más altos, las opciones para la reutilización, el reciclaje y la eliminación de los residuos también están en aumento. El número creciente de aditivos utilizados, alteran la textura, la flexibilidad, la resistencia a las micropartículas y otras características de los plásticos, que hacen que algunos polímeros sean menos reciclables.
Existe una creciente preocupación mundial para reducir la generación de plásticos. Ciertos tipos de plástico pueden ser más seguros para el medio ambiente que otros, lo que lleva a la conclusión de que se necesitan adoptar medidas para eliminar los desechos plásticos, y se requieren controles más precisos para limitar las nuevas fuentes de contaminación plástica, como lo son los microplásticos.
En concreto, serán útiles todas las estrategias que se implementen para reducir la fuga de plásticos de un solo uso, en ambientes terrestres y acuáticos que posteriormente se transforman en microplásticos a partir de su degradación.
A pesar de los sistemas de gestión de residuos más modernos disponibles, siempre existirán productos que terminarán fuera de esta cadena aumentando la contaminación presente en el ambiente. Aun así, su reducción representa un esfuerzo para reducir de forma eficiente los microplásticos y lograr mitigar los efectos nocivos que produce.