Residuos No Peligrosos – Reciclaje y Gestión
Uno de los aspectos ambientales que son comunes a todas las empresas, sea cual sea el tamaño y el sector de actividad de las mismas, es la generación de residuos. No obstante, existen muchas diferencias de unas compañías a otras en cuanto a la peligrosidad de dichos residuos, diferenciando la normativa entre residuos peligrosos y residuos no peligrosos.
Así, los residuos no peligrosos, por definición, son aquellos que no se catalogan como peligrosos en la legislación, concretamente en el Reglamento (UE) Nº 1357/2014 de la Comisión, teniendo en cuenta también la Decisión de la Comisión de 18 de diciembre de 2014 por la que se modifica la Decisión 2000/532/CE, sobre la lista de residuos, de conformidad con la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo.
Tipos de residuos no peligrosos
Residuos urbanos:
Los residuos urbanos son aquellos que se generan en las viviendas particulares, así como en comercios, servicios, etc. Igualmente, se incluyen en este grupo los residuos que sean similares a los anteriores por su naturaleza y composición.
Residuos industriales inertes:
Son los residuos no peligrosos que generados en los procesos industriales no sufren ningún tipo de transformación química, física y/o biológica significativa. Estos residuos:
– No son solubles.
– No son combustibles.
– No reaccionan de ninguna manera con otras materias.
– No son biodegradables.
– Su ecotoxicidad de lixiviado debe ser mínima.
– No suponen un riesgo de contaminación importante.
Residuos de construcción y demolición:
Son los conocidos como RCD, aquellos generados en el derribo de edificios o en cualquier otro proceso que tiene lugar en una obra de construcción, reformas, etc.
Residuos no peligrosos valorizables:
Se pueden incluir aquí residuos que se entregan a gestores autorizados, incluyendo aquí el cartón, la chatarra, el plástico. etc. ya que son susceptibles de incluirse en procesos de reciclaje. Los que no son valorizables son los que se depositan directamente en vertederos.
Normativa
En España, la norma principal a partir de la que se articula toda la legislación en materia de residuos es la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
Además, se debe tener en cuenta que muchas de las competencias relacionadas con la gestión de residuos están cedidas a las Comunidades Autónomas, por lo que existe mucha legislación específica en cada uno de los territorios.
Gestores de residuos autorizados
Las empresas que sean productoras de residuos no peligrosos tienen la obligación general de poner dichos residuos en empresas autorizadas para su gestión.
Así, cada Comunidad Autónoma tiene un registro de empresas autorizadas, que son las encargadas de realizar el transporte y el tratamiento de los residuos no peligrosos conforme a la normativa vigente. Así, la contratación de estos gestores permite a las empresas dar cumplimiento a la legislación de aplicación en materia de residuos.